Si, cuentos, pequeñas historias que te montas en tu cabeza y te gustaría que se hicieran realidad, hay veces que hasta yo misma me las llego a creer pero dos segundos más tarde me sigo dando cuenta de que sigo en la misma y estupida realidad, esa realidad en la que todos le dan importancia al dinero y no a los sentimientos, en las que a todos le importa el aspecto y no el corazón, esa en la que quieres ser algo que njo eres solo por gustarle a los demás, un mundo lleno de mentiras que todos se llegan a creer.
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